¿QUIERES VERTE MEJOR EN TACONES?

¿QUIERES VERTE MEJOR EN TACONES?

¿A qué mujer no le gusta vestir un buen zapato de tacón? A todas nos gusta
lucir unos tacones altos, un buen zapato de diseño, de esos que estilizan la
figura, hacen que se nos vean unas piernas interminables y nos realza.
Unos buenos zapatos de tacón tienen tanta importancia como el corte del
vestido, el maquillaje o un peinado bien hecho, y además tienen que tener un
diseño que nos permita usarlos durante mucho tiempo seguido sin que nuestro
pie sufra. Y aunque es verdad que los tacones son importantes para verse bien
vestida, no olvidemos que llevarlos durante mucho tiempo pasa factura a los
pies. Por eso hoy nos vamos a salir un poco del tema del diseño o historia del
calzado y te vamos a proponer unos pequeños tips para aprender a cuidar tus
pies y hacerlos lucir mucho mejor con zapatos de tacón.


El auto-masaje es quizás la solución más rápida y económica:
Llevas todo el día de reuniones, de una oficina a otra, y cuando acabas has
tenido que ir a comprar al supermercado varias cosas que faltaban, además de
ir a recoger a los niños, una vez que llegues a la casa tomarte tan solo 10
minutos para ti misma y relajar tus pies, con dedicarle a tus pies tan solo 10
minutos, llegarás a la noche mucho más relajada y conciliar es sueño te será
mucho más sencillo (no tendrás esa sensación pesada en los pies que tanto
agobia).


Empieza por los tobillos:
Los tobillos cuentan con la articulación principal que soporta el peso del cuerpo une el pie con las piernas y es el eje principal de rotación del conjunto del pie.
Así que es importante dedicarle tiempo.
Masajea en ambos sentidos del reloj, realizando círculos en ambas partes del
pie. Luego aplica presión desde media pantorrilla, con ambas manos a la vez,
hasta medio pie, como si estuvieras estirando la piel.


Empeine y planta:
Ahora le toca el turno a la parte posterior del pie: el empeine y la planta. Esta
es una de las partes más placenteras de este auto-masaje. Ya lo verás.
Úntate bien las manos de crema y coloca las manos de manera que los dedos
gordos quedan dentro de la planta del pie y el resto de la mano lo rodea para
masajear el empeine.

Con los dedos gordos:

No hagas presión únicamente con la punta de los dedos.
En esta fase nos interesa masajear la fascia, una membrana muscular que
cubre los músculos de la planta del pie. Así que intenta hacer presión por igual
con toda la zona de los pulgares.

El metatarso:
Ahora vamos a por una de la zona del pie que más dolores causa: la bola del
pie o el metatarso. Y, si lo piensas bien, tiene toda la lógica que sea la parte
que más molestias presenta al llevar tacones.
Los tacones hacen que el peso caiga, precisamente, hacia esa parte del pie y,
con el paso de las horas, se acaban resintiendo. Así que vamos a darle un
buen meneo y a dejar nuestros metatarsos como nuevos, listos para un buen
sueño y otro día de taconazos de lujo.
Pon un poco de crema en el metatarso y agárralo de la misma forma que has
hecho antes con la parte posterior del pie. En esta ocasión, sin embargo, te vas
a concentrar en dar el masaje solo con la yema de los dedos pulgares.

Los dedos:
Ahora viene la penúltima fase de nuestro auto-masaje para tacones: los dedos
de los pies, y es una fase que no todas podemos hacer. Los dedos pueden ser
una zona muy muy sensible e incluso herógena y pueden llegar a provocar
cosquillas e incluso excitación sexual (si lo haces acompañada de tu pareja
¡puede que eso no sea problema!).
Si no tienes problemas de cosquillas o mucha sensibilidad en tus dedos del pie, vamos a por ellos. En esta fase lo principal es que intentes separar con ciudad cada dedo, uno a uno, lo máximo que puedas siempre sin sentir ni un ápice de dolor.


Por último:
Ya hemos llegado a la última fase, al final de nuestro auto-masaje. Ahora
échate un buen chorro de crema en las manos y dedícate a querer tus pies, a
jugar con ellos, sin presión y con suavidad. Recórrelos por todas partes y
masajea suavemente hasta que la crema se absorba.
Esta última fase es para relajar totalmente al pie, para dejar en un estado de
distensión total y lograr que su tono muscular sea totalmente laxo, relajándolo
todo lo posible.